Una ventana llena de sol es un libro precioso.
Un libro que habla de personas. No de personas que conozcas tú, ni de personas que conozca yo. Habla de personas que vienen al acompañamiento y me dejan un poso, una pregunta, un interrogante que me lleva a escribir, a partir de ello, cosas que puedan servir a otras personas. De manera que las historias ya no son acerca de esta persona, ni de la otra. Hablan de eso personal que nos afecta y nos importa a todos en un momento dado.
Una ventana llena de sol es un libro sobre el acompañamiento. No solo de las personas que quieren ser acompañadas, sino de las preguntas que los acompañantes nos hacemos para acompañar, o para entender mejor a las personas, de los interrogantes sobre esto o aquello que pueda ser más adecuado. Si lo miras así, el libro está dirigido a acompañantes.
Si lo miras como un libro que habla de esas búsquedas profundas que llevamos las personas por dentro –el deseo de ser mejores, las grandes frustraciones o las penas lloradas largo tiempo, la dificultad para vivir y el anhelo de Dios, nuestras mentiras y nuestro deseo infinito-, entonces es un libro para todos, porque nos ayuda a leernos y a entendernos, a ver que dentro de cada uno hay una ventana llena de sol que está deseando abrirse e iluminar, ser iluminada. Que dentro de cada uno late ese infinito atractivo que puso Dios al crearte, y que sigue ahí, tanto si lo ves como si lo has olvidado.
Una ventana llena de sol es, sobre todo, un libro que habla de Dios. De la aventura apasionante que es la vida de quien se asoma a la ventana llena de sol que somos cada uno de nosotros, aunque quizá esa ventana aparezca aún “con los cristales sucios, con vistas a una tapia, con la duda «fundada» de si allí habrá algo que ver, como no sean alimañas y oscuridad.” Incluso en ese caso, el acompañante se acerca a cada persona con el amor que le permite ver más allá, que hace posible que creas en la persona cuando ella no cree en sí misma, que estés dispuesto a comprometerte en su camino cuando no se siente capaz de ponerse en pie. No porque el acompañante tenga nada de especial, sino porque Dios le da algo de Sí mismo, algo de su modo, algo de su mirada, algo de su amor, para que suceda, en el tiempo que sea necesario, la maravilla.
Habla de nuestro Dios, que se hace presente en el corazón de las personas, en la mirada de los acompañantes para que ayuden a las personas, a través de tantos encuentros, a descubrir de qué modo se está haciendo Dios presente en sus vidas, por cuántos caminos los está amando, en cuántas maneras toma forma la esperanza.
Y si habla de Dios, habla también de las personas. Habla de tantas cosas que las personas llevamos dentro, y de cómo todo eso que llevamos –nuestras búsquedas, nuestros dolores, nuestras esperanzas, nuestras ganas de vivir y nuestras estrategias para evitar la muerte- son ocasión para ir a la vida en la que nos encontramos con Dios y con las personas de manera que podemos mirarlo todo, y vivirlo todo, al modo de dios.
Un libro que habla de eso que no se habla, un libro en el que se ve todo eso que no se suele ver. Un libro que habla de lo que va por debajo, y así es como lo mueve todo: de lo espiritual, que es lo que da sentido a la vida, aunque tardemos tanto en reconocer que es el Espíritu el que nos muestra cómo vivir las cosas todas de la vida. Un libro que habla de esa gran ayuda que es el acompañamiento –otro de los muchos regalos que Dios nos ha dado para vivir en el mundo- cuando quieres que la vida sepa a Vida.
¿Y sabes por qué sé que es un libro precioso? Porque está lleno de vida. La vida de las personas que buscan, que se preguntan, que se trabajan cada día para ser mejores, de personas que van aprendiendo a amar a Dios por encima de todo y aprenden así a amar a los que Dios ama, aprenden a amar al modo de Dios. Habla de las que nos mueven e inquietan a los acompañantes en nuestro deseo de acompañar mejor.
Sé que es un libro precioso porque fue una alegría cotidiana escribirlo, y es una alegría releerlo ahora, pensando en que tú lo vas a leer y te vas a reconocer, vas a preguntarte, vas a desear y vas a pedir que…
Los de Sal Terrae, que desean tanto que este libro, y todos, te hagan bien, pensaban sacarlo el 1 de Junio y han adelantado la edición para que puedas comprarlo ya desde este enlace.
Una ventana llena de sol te hablará de ti y de esa Vida que suele estar escondida, que nos hace conectar con nuestros deseos más profundos, esos que nos dicen la verdad de lo que somos, de lo que queremos que la vida sea.
Así que, si estabas con ganas de leer un libro precioso, di a los de Sal Terrae que te manden Una ventana llena de sol. Y si cuando lo leas –o si te fías de lo que te estoy diciendo-, recuerdas a otras personas que pueden encontrar en Una ventana llena de sol esa esperanza que están buscando, no dejes de decírselo, o de enviárselo… ¡verás no es nada caro regalar algo precioso!
Cuando lo leas, ¿me dirás si te ha parecido un libro precioso, y por qué? ¿Me querrás contar esa historia que tú hubieras querido añadir?
Y ahora, si me lo permites, te lo digo con música.
Maider dice
Teresa!!!
Qué alegría!!! Qué ganas de leer y disfrutar con este libro precioso!!! Y más si habla de vida, de personas que viven, de Dios, de ventanas llenas de sol…
Muchísimas gracias!
Un besico enorme
Teresa dice
¡¡Qué bueno que a ti también te dé alegría, Maider!! ¡¡A mí me da mucha alegría!!
Tanah dice
Buenas tardes, Teresa ¡Todo lo que aquí leo me hace vibrar! Me habla de Luz que se prodiga para que la hallemos. De tí cómo mediación de esa Luz. De mi, cómo persona agraciada al ser sabedora de ello… ¡Contenta e ilusionada! Un abrazo ?
Teresa dice
Qué bueno lo que dices, Tanah! Qué agradecidas podemos estar a esta Luz que se prodiga y nos ilumina! Bien por esa alegría compartida!!
Maricarmen dice
Me gustaría leerlo.Y sobretodo darte las GRACIAS Teresa POR TODO TU TRABAJO Y ENTREGA POR DAR A CONOCER LA VIDA LLENA DE PRESENCIA Y AMOR DE DIOS .UN ABRAZO!!!
Teresa dice
¡Muchísimas gracias, Maricarmen!Es que es así, la vida está llena de presencia y amor de Dios, ¡cuánta vida nos transmitimos recordándonos lo que es! Y el libro te encantará, sí!!
EDUARDO dice
Efectivamente, “Una ventana llena de sol” es un libro precioso porque ahonda en la vida real y concreta de las personas, con sus luces y sombras; aterrizando en lo verdaderamente importante. Y es precioso porque, a través de la vida de personas que se están atreviendo a VIVIR y a dejar sus riendas en manos de Jesús, abren camino de luz y esperanza para todos los que buscamos.
¡Así pues, gracias a tí, Teresa, a todas estas personas y, sobre todo, a Dios!
Teresa dice
Eso es, Eduardo! Y que sirva!! Un abrazo!