Ayudo a personas que desean que su vida tenga sabor a Vida. Y como lo hago bien, quiero extender el modo como lo hago a otros acompañantes, a otras personas que también tengan este deseo de acompañar la vida, y la Vida.
Damos por supuesto que estamos vivos porque respiramos funcionalmente y nos movemos, porque hacemos tantas cosas tan bien como los demás: sabes cómo hacer y cómo evitar, sabes más o menos dónde está Malaysya (sabrías llegar hasta allí, incluso), sabes cuándo toca reírse y cuándo se espera que llores, y tantas otras cosas… estamos vivos, ¿no es así?
Pero si es así, ¿por qué te pasa alguna, o muchas, de estas cosas?
En el empeño por salir adelante del modo que sea, la mayoría de nosotros hemos perdido la vida en sí misma. Y la andamos buscando sin saberlo, en todas las situaciones, en todas las personas que “saben a vida”.
Mira esta imagen. ¿Estás igual de viva, de vivo que ellos? Pues de esto hablamos. No para que la vivas al modo de los niños, pues ya no lo somos, sino al modo de los adultos que vamos intentando ser, recuperando eso que nunca tendríamos que haber perdido.
Para eso hemos diseñado este curso. Para que reencuentres, conectando con el comienzo, aquella vida que es la tuya, la que te conecta con la vida que nos rodea, la vida que es.
Esa vida, también, que te abre a Dios/el Trascendente, que es el Dios de la Vida.
A continuación tienes unas imágenes, los rostros de algunas personas. Intenta descubrir qué ha hecho en ellas la vida. Por decirlo un poco más complicado… cuánta vida les ha quedado después de que la vida pasara por ellas.
¿Qué has visto en relación a la vida que late en cada una de estas personas?
Ahora, mírate en un espejo, y reconoce cuánta vida hay en ti.
¿Hay mucha vida? Casi, casi seguro que podría haber más.
Si ya estás llen@ de vida, el curso de “A vivir se aprende” no es para ti.
Si tu mirada te dice que podrías tener más vida, “A vivir se aprende” te puede ayudar a encontrar esa vida que eres y ahora no sabes cómo reencontrar.
Si deseas que la vida no sea solo hacer cosas, solo soportar tensión o esperar tiempos mejores, si quieres abrirte a toda esa vida que está ahí fuera y te da vida, date el tiempo para centrarte en vivir.
No estamos hablando de una vida “especial” ni de una vida a tu medida. Estamos hablando de dejar de protegerse, negar, huir, pretender controlar una vida limitada o cualquiera de esas cosas que nos desvitalizan para empezar a ser eso que somos, y empezar a vivir abriéndose a la vida… esa de todos los días, que es capaz de dar vida a cualquiera que se atreva a vivirla.
Claro que sí.
¡¿A que has respondido “claro que sí”?!
Porque todos deseamos vivir. El problema viene cuando lo que toca vivir es esta situación que no se parece en nada a lo que te habías propuesto, a lo que soñaste, a lo que crees tener derecho, a lo que vive esa persona a tu lado que está mucho mejor, aquella otra que no se ha esforzado como tú, y la que parece no tener problemas o se lo han dado todo hecho…
Vivir, lo que se dice “vivir”, solo se da en la vida real. Por eso, el paso a paso que haremos en “A VIVIR SE APRENDE” será para que te abras a la vida real con sus imprevistos, sus problemas y enormes obstáculos, con tus limitaciones y dificultades, con tus cualidades, dones, con las posibilidades que se abren inesperadamente, en las que reconoces la presencia del Dios de la Vida.
¿Quieres que te cuente lo que pasa cuando dejas atrás todas esas limitaciones, evitaciones, negaciones y defensas que te separan de la vida, y te pones a vivir?
A ti te pasarán también estas cosas, y otras más, muchas más, porque la vida es única e irrepetible para cada uno.
“Nacemos originales, y morimos copias”. Esta frase de Jung me espolea muchas veces, en relación a mí misma y a los demás. No puede ser que con tantas cualidades, tantos dones, tanta vida que hay a nuestra disposición, nos limitemos a reproducir lo que otros hacen, lo que nos han dicho que hagamos, que seamos, que vivamos…
Tenemos la oportunidad de abrirnos a la vida, que facilita todas las aventuras, todas las enseñanzas, todas las posibilidades para ser nosotros mismos, y ser con otros.
¿Cómo te suena todo lo que te estoy contando? ¿Crees que puede ser para ti?
En estos cursos que vamos haciendo -Escucha la vida, Soy mi don, La fuerza de la vida y A vivir se aprende-, queremos diseñar un itinerario de vida que nos guíe a través de todo eso -vivir- que nos han enseñado tan poco…
Si ves que es momento de seguir aprendiendo a vivir, date esta oportunidad. Para ti, y para otros.
Cuando compras el curso, te llegará un documento para descargar.
En ese documento, que consta de siete partes, te voy guiando -primero, describiendo ese proceso que vivimos en clave de discernimiento, seguido de unos ejercicios- a través de las distintas etapas que vamos recorriendo en relación al vivir.
Tú las vas haciendo al ritmo que te parezca mejor. Algunas las habrás vivido ya, del todo o en parte, y solo se tratará de reconocer que eso ya has vivido. Otras te llevarán más tiempo, porque no tienes experiencia de ellas, y de lo que se trata es de vivir el ejercicio, y no de hacerlo solamente y olvidarlo después. El objetivo es que tomes conciencia de lo vivido y te abras a lo que -en todo, y en parte-, te queda por vivir.
El curso se puede hacer en grupo con otros compañeros que también quieran hacerlo -para esto, lo ideal es proponerlo a un grupo del que ya formas parte-, o lo puedes hacer por tu cuenta, y lo vas comentando conmigo (lo hagas en grupo o por tu cuenta, será bueno que lo comentes conmigo, bien a través del email o por Skype).
El curso está diseñado para aprender a vivir. Te hará avanzar decididamente -siempre, si haces tu parte- en esta tarea de aprender a vivir que es lo que tanto deseamos.
A VIVIR SE APRENDE te acompaña en el camino de reconocer por qué, y de qué modos se te ha bloqueado la vida, y te da la posibilidad de reencontrar el modo de fluir con la vida, de vivir.
Se trata de darte la oportunidad de empezar a ser lo que eres, de lanzarte a vivir según aquello para lo que has nacido.
Te puedes organizar por semanas, o puedes trabajar una parte, reconocer dónde te encuentras y retomar después, pasadas dos semanas, por ejemplo. A medida que avanzas, como en una tierra desconocida, habrá cosas que te resulten extrañas, y ahí tendrás que detenerte más tiempo para experimentarlas.
En cuanto a los comentarios, el curso está pensado para que practiques y aprendas viviendo. De todas formas sí hay una zona de comentarios abierta cada semana para que puedas consultarme cualquier cosa que surja. Para eso, puedes preguntar en la página de comentarios, o bien escribirme a teresa@vivirvivir.com Te responderé lo antes posible.
Y luego, el webinar para el que te mandaré un email, donde puedes registrarte y participar con tus preguntas o escuchando las de los compañeros.
Se adapta a lo que sepas y a la experiencia que tengas. Según lo que conoces, te abres a más ámbito de realidad cada vez.
¡Buenísima idea! ¡Esto de vivir no nos lo han enseñado, y seguro que le viene muy bien a la persona a la que se lo quieras regalar! Cuando rellenes los datos del comprador puedes usar los de la persona que va a disfrutar de “A VIVIR SE APRENDE” (solamente necesitamos su email), y luego usa tus datos de pago para hacer el pago.
Y si no te aclaras o quieres algo particular, ¡escribe antes a teresa@vivirvivir.com y te ayudaremos para que todo vaya estupendamente!
Lo mismo. Escribe a teresa@vivirvivir.com y te contestaremos lo antes posible (¡claro, ten en cuenta que hacemos más cosas en el día!).
Haz click en cualquier botón de esta página y esto es lo que va a pasar:
¿No te apetece unirte a A VIVIR SE APRENDE? No pasa nada, vuelve a VivirVivir, ¡seguro que encuentras otras cosas más interesantes para ti!