Hace poco más de un mes leí una noticia que me despertó la alegría por tanto bueno que se pone en marcha en nuestro mundo. La noticia habla de un chico, Adrià Ballester, que ha iniciado en Barcelona el The Free Conversations Movement: una propuesta para escuchar a quien tenga necesidad de hablar. Dedica seis horas por semana a sentarse junto al Arco del Triunfo para escuchar a todas las personas que pasen por ahí a contarle lo que quieran. Él las escucha, a veces interpela y otras veces lleva más allá. Esto comenzó a partir de una ocasión en la que, estando él en un mal momento, salió a caminar y se encontró con un hombre muy mayor con el que pudo hablar y comprobó lo bueno que es. A partir de ahí empezó a hacerlo él. Pero es mejor que leas la noticia en este enlace y veas por ti misma lo que dice.
Espero que te haya inspirado, como a mí. Me ha gustado ese otro modo de estar junto a las personas que nos confirma en esa necesidad que todos tenemos de hablar y de que nos escuchen. Ese punto de luz que es el que haya una persona que se ofrezca, en medio de la calle y de modo fiel, a permanecer ahí para quien quiera acercarse.
Adrià dice que lo que hace es “un modo de mejorar la sociedad tan gris en la que vivimos”. Efectivamente, es un punto de luz en medio de esa grisura que es nuestra sociedad a simple vista. Pero además, el que haya personas como él, que tienen la iniciativa de colaborar a que otros vean, y las personas con las que se encuentra, cada una con su historia, una historia con un color propio, tan personal, contradice esa grisura y colorea nuestra mirada.
Sobre todo, Adrià Ballester acompaña: ¿no es eso lo que sentirán estas personas que se han sentado frente a él para contarle lo que quieren y han experimentado que este desconocido está con ellos? ¿No es eso lo que siente ese hombre o esa mujer al que Adriá conecta con otra persona para que le siga acompañando como mentor o como interlocutor? Además de la escucha, estas personas comprueban que el corazón de Adrià está con ellos, se interesa por ellos.
Como verás, si aún no lo has leído, Adriá Ballester hace muchas cosas que están bien en clave de escucha, y nos anima así a valorar, en este formato que él practica, la escucha y el acompañamiento. Su modo de acompañar nos habla de esta necesidad tan humana y tan imprescindible.
¡¡Brindo por estas iniciativas que colorean la vida y nos muestran que esta sociedad tiene puntos de color más allá del gris!!
¡¡¡Por todas las iniciativas que molan!!!
¡¡¡Por todo lo que despierta nuestra creatividad, nuestras ganas, nuestras ideas locas!!!
¡¡¡Por todo lo que nos hace vivir!!!
Puedes descargarte el audio aquí.
Imagen: Akshar Dave, Unsplash
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