Con ocasión del coronavirus, también los acompañantes dicen su palabra a través de las redes, y nos transmiten así, además de sus ganas de comunicar el don que han recibido, algunos tipos de mensajes que los acompañantes queremos ofrecer.
Esta vez, como no salíamos de casa, nos hemos comunicado por las redes.
En primer lugar, la iniciativa de acompañamiento de los jesuitas: https://noestassolo.es/
Una propuesta para escuchar y para ser escuchado. Así se expresa la pasión por acompañar, y te habla de la pasión que mueve a los acompañantes.
También te dejo el mensaje de Alfonso Echávarri, un psicólogo que ha trabajado muchos años acompañando en el Teléfono de la Esperanza, y que da pistas para vivir lo mejor posible estos días de aislamiento en casa.
Como verás, estos mensajes convienen a todos. Hablan de esas cosas que llamamos “de sentido común”, que valen para la mayoría de las situaciones (puesto que hablamos de personas, siempre hay que contemplar la posibilidad de que se den excepciones) y están a la base de lo que facilita la vida personal al encuentro con lo común.
A veces, los acompañantes tenemos que dar esas bases, que no serán todo lo que las personas estamos llamadas a vivir, pero sin las cuales la vida no crece, no prospera.
Pero esto es lo básico. Como acompañantes, decimos también otras cosas que no van a lo básico, sino que apuntan a crecer. Eso lo hacemos cuando las personas a las que nos dirigimos ya viven lo básico y les proponemos que se abran más allá. Aquí las pautas son más específicas, porque sabemos qué es lo que viven las personas que tenemos delante y también hacia dónde las podemos orientar para que den, según sus dones, lo mejor de sí.
En este caso es una acompañante, Alicia Amor, la que desde este audio hace una llamada a la reflexión y a mirar en positivo. Este tipo de mensajes es también de los que, a otro nivel, tienen que ver con el sentido común, pero implican, en relación a los destinatarios, un proceso personal consciente.
Como es lógico, si te diriges a un tipo de población, se tiene que poder reconocer a qué tipo de población te diriges. En el mensaje de Alfonso Echávarri se reconoce la intención de poner serenidad y sentido común. Esto no significa que no pueda acompañar a colectivos y personas que se encuentren en un proceso personal más desarrollado, pero ahora está dirigiéndose a este grupo y, lógicamente, el mensaje se adapta a los destinatarios. Aquí no se reconoce tanto la orientación del acompañante, porque da pautas básicas puesto que ese es su objetivo.
En el mensaje de Alicia Amor, que se dirige a un sector de población que -suponemos- lleva un recorrido personal, el acompañante puede pedir más a las personas, y en ese “más” se reconoce mejor, no solo el público al que el/la acompañante se dirige, sino también su propia forma de mirar la vida, sus certezas, su orientación vital y/o espiritual.
Reconocemos también, en relación al tipo de destinatarios, la referencia implícita al proceso -de esto hablamos en otras entradas de VivirVivir- que las personas vivimos. Un proceso que se inicia del modo que lo hace Alfonso -o en los que aún no han llegado a ese punto básico necesario para empezar a vivir. Proceso que continúa, con matices en cuanto a la orientación, en lo que dice Alicia, y que después va más allá, acomodándose al ritmo y a la necesidad de la persona, a medida que salimos de nosotros mismos haciéndonos capaces de responder de nuestra vida.
Estos acompañantes que hoy caminan a nuestro lado nos dicen una palabra que, si conecta con el momento en que nos encontramos, tiene potencia para ponernos en pie. Por lo común, el acompañamiento es individual. Pero estos mensajes grupales, sociales que recogemos hoy tienen el mismo sentido de alcanzar a la persona en la realidad en que se encuentra para llevarla más allá de donde se encuentra.
Por eso, estos acompañamientos “sociales” se dirigen a las personas y nos muestran esta cara del acompañamiento: el don que has recibido tiene la capacidad de movilizarte más allá de los límites que hasta ahora conocías.
Si tienes experiencia de estas propuestas que alcanzan a las personas concretas, cuéntanos… ¡seguro que hay algo en ellos que nos alcanza y nos hace bien!
Puedes descargarte el audio aquí.
Imagen: Miguel Henriques, Unsplash
Maria Carmen Ruiz dice
Esto que aquí nos ofreces me hace ver que en nuestro día a día, nos acompañamos los unos a los otros. Me hace responsable de lo que digo y hago. Los acompañamientos “sociales” y que yo llamo “grupales”, intentan llevar a las personas más allá de donde se encuentran. Esto requiere un acompañamiento individual de aquellas personas que están en un proceso más avanzado que el resto. Todo muy interesante. Gracias, Teresa.
Teresa dice
Nos acompañamos de muchas maneras, y quería mostrar este modo que ahora se hace presente como uno más de esos modos. Cuánto bien estará llegando a muchas personas a través de estas iniciativas personales y/o grupales, como dices. Pensaba también en el Teléfono de la Esperanza, que tanto bien hace, no solo ahora en el tiempo de la pandemia, sino siempre. Gracias por ser ocasión para agradecérselo, Carmen, con tu comentario.